LA LEY DE SALAZAR (2)

 En el Capítulo 1 del Liber Semitarum "Terror cósmico y anhelo cósmico", Relgneps Razalas establece que: "En todo estilo artístico se da una interacción de fuerzas entre los elementos que lo conforman, entre los símbolos primarios que son su esencia y sin los cuales no sería identificado. En la naturaleza de cada estilo están las condiciones por las que, en un momento determinado, estos elementos entran en crisis, por el mero hecho de existir, produciéndose una tensión que generalmente es resuelta. Queda así un episodio de crisis como una tensión momentánea, parcial, tangencial, que no pone en riesgo la forma del estilo ni la primacía de sus símbolos primarios." 

Pero esta tensión presente en cada estilo contiene una cantidad indeterminada de energía potencial, manifestación de una energía de crisis. Como establece Druj en el Corpus Mutatio:

"El estilo solo es estable si los artistas deciden usar dicha energía potencial o de crisis con vistas a resolverla sin tensar la situación, teniéndola en todo momento bajo control. Pero si se decide desatar toda esa energía, encerrada en esos momentos de tensión, y forzar la nueva situación hasta que ésta se convierta en el símbolo primario sobre el que construir un nuevo corpus, tendremos así el surgimiento de un nuevo estilo." (Cap. 1, "Ese feroz aullido siempre nos ha acompañado")

Deathspell Omega - Fas - Ite, maledicti, in ignem aeternum

 Cuando Salvador Rubio (2011, "Metal extremo: 30 años de oscuridad") resume la evolución del metal extremo en etapas, establece que tras la explosión de creatividad de sus orígenes el estilo se estanca en una fase de inmovilismo para más tarde tener que volver su mirada hacia sus orígenes en un período de regresión. La mayoría de las bandas están desorientas ante el agotamiento de los símbolos primarios que formaban la base del estilo. Nos hallamos ante lo cual Relgneps Razalas definió como "la aparición del Metal Espectral" en su Liber Semitarum (Libro de los caminos). La gran originalidad e innovación técnica que mostraron las bandas de Metal Extremo estaban construidas sobre la canción como forma musical, como esquema compositivo básico. El canon formal de la canción era tan poderoso en la música popular (de las que las composiciones en el metal extremo son herederas) que por muy extremos que fueran los recursos utilizados, la amplísima mayoría de las composiciones de estas bandas se podían definir simplemente como simples canciones. Pocas composiciones rompían con la estructura básica de estrofas, estribillos, solos, intros y puentes; y si lo hacían, era una excepción, no la regla. La canción, como constructo resistía el embate de músicos que la han empujado hasta límites insospechados estos años en cuanto a velocidad, agresividad, brutalidad, volumen, lentitud, etc. 

La canción como forma musical hunde sus raíces de manera profunda en el tiempo. Su canon es para la música popular un vórtice tan poderoso que es casi imposible escapar de él. Pero cuando parecía que los vástagos más salvajes procedentes de la música extrema ya no daban más de sí, algo en las corrientes subterráneas comenzó a agitar la superficie.

        En Metal Especulativo analizamos bandas que han conseguido llevar el concepto de canción, al que estaba anclado el estilo, a territorios desconocidos. Son formaciones que han alterado los símbolos primarios radicales al estilo de una forma tan profunda que las mutaciones subsiguientes en que se han convertido sus composiciones han sido la base para todos aquellos músicos que han pretendido mirar a través de la grieta producida y asomarse al abismo tentacular. El mayor ataque a la canción como forma musical, como canon básico que encierra la mayoría de las composiciones, se ha producido desde el metal extremo: Deathspell Omega, Portal, Gorguts, Blut aus Nord, Teitanblood, Sunn O)))..., entre otras bandas son las que lo han llevado a cabo.

Portal - Ion

        Este ataque para derrocar a la canción se basa en el desplazamiento del eje de perspectiva que propone la Ley de Salazar, al elevar elementos compositivos como la atmósfera, la atonalidad, la textura y la disonancia, al estatus de símbolos primarios, siendo ahora la base sobre la que construir un nuevo corpus sonoro. Se trata pues de uno de esos momentos de transición, de esas zonas híbridas, donde se fuerzan estos elementos hasta ser puestos en crisis, provocando una tensión cuya energía potencial se aprovecha para acceder a regiones ignotas donde lo excepcional es ahora la regla


"Allí en las ignotas regiones

donde conducen los senderos no transitados

la excepción es la regla."

Inat-se-Ragen, Metallicum Proverbia (versículo 17)



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